viernes, 25 de noviembre de 2016

Otra bala perdida

Otro tiro fallado. Uno más de otros muchos intentos.
Ya son muchas balas las desperdiciadas
algunas rozaron tu pelo
pero eso es lo mismo que nada.

  Si disparase a ciegas lo entendería. 
Si aceptase que realmente lo hago no me enfadaría.

  Y hay también balas que rebotan. Éstas son las peores. No sé dónde lo hacen pero sí sé que vienen con más fuerza que nunca. Te atraviesan de pecho a espalda pasando por el corazón rompiendo toda vena. Y te desangras.

¿Dónde va tanta sangre derramada?
Va a un pozo
que se encuentra en la ignorancia
y en el fondo de éste se encuentra cada una de estas balas
menos la rebotada.

  Y con el tiempo la sangre se enfría. Recorre todo el cuerpo helando hasta la yema de mis dedos, para que así, al tocarte, no sienta nada.
  Llega hasta el nervio óptico. Mi pupila se vuelve azul, de un color que pega mucho con mi cara pálida.

Mi vida ha acabado helada
que pase el tiempo dicen
que sola se cicatrice
la herida que provocó esa bala rebotada.

martes, 22 de noviembre de 2016

El sentido de un sin sentido.

  Podría contar una historia, o dos, o ninguna porque no las tengo. Puedo decir que se está convirtiendo todo en un cortometraje con forma de largometraje.
  Podría decir que todo me va bien dentro de lo mal, si dijera que me va mal dentro del bien no tendría sentido, ni siquiera suena bonito.
  O incluso podría quedarme aquí en un estado de sueño muy vivo que me da la capacidad de saber que todo lo que hay alrededor es una mentira, que ésto es una mentira, que lo tuyo, que lo mío, que el antidelosdos también lo es.
  Voy a proponerme una etapa de metas que alcanzar, o que al menos llegue a tocar la cinta sin romperla, ya que me imagino que es una cinta muy bonita y me daría pena romperla.
  Voy a proponerme no proponerme lo anterior, que en vez de eso me pegue el día tumbado en el sofá o en la silla del instituto -respaldo para nada cómodo, patas verdes, contrachapado-.

¿A qué quiero llegar?
A nada.
Siempre llego a nada.
Los días pasan.
Monotonía.
Calambres en el cuerpo,
te quedan bien los pitillos
y el pelo suelto.
Mejor tú recogida
que yo encerrado en mis más adentros.


Hora estándar del agresivo

domingo, 20 de noviembre de 2016

Realidad aumentada

Y quién me dice a mí que todo lo que hay a mi alrededor es verdad.
¿Acaso tú lo eres? Ya no sé ni en qué creer.
Me vale con ignorar, ahí está la respuesta.
A más ignorante seas, mejor.
Pasa de lo que te digan, pasa de lo que piensen, pasa de tu mente.

Estoy en un punto de mi vida que simplemente es eso, un punto, que no es finito.
Un punto donde todo me puede agobiar
o todo me puede dar igual
ya no son ni reales lo sentimientos
ni el amor
ni el odio
sólo y exclusivamente un punto en medio que tiende a moverse continuamente de un lado para otro, si ser uno de estos lados verdad.
¿En qué me baso pues?
Cuando me da por sentir siento muy fuerte, tanto que duele
tanto que hago lo contrario a lo que debo
pero bueno
¿y si mis actos me llevan al sitio que quiero haciéndolo del revés?

"Piensa mal y acertarás"
Yo digo que si lo piensas, así ocurrirá.


Mejor ya no pensar.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Qué destrozares

Sigo huyendo de ti
y me da miedo mirarte
llevo tiempo sin hablarte
llevo tiempo viéndote.

Debo soltarlo
aunque me queme la boca
y como te agarre con la mirada
deberán arrancarme los ojos.

Te echo de menos, mirada
y eso que te doy la espalda
No comprendo nada

lunes, 14 de noviembre de 2016

Dentrofuera

   Quisiera saber qué parte de mí dice que estás dentro
y cuál de mí dice que estás fuera.
   Que mi subconsciente no me deja
quiere que esté intranquilo, que le de vueltas a la cabeza.
   Quiere que me de vueltas a mí mismo
como si no hubiera mañana
y que siga así hasta que llegues de nuevo.

Y bailaré mientras
mientras que tú andas
de un lado para otro
como si de algo tramaras.

Quiero que se destejen estas telarañas
y que sea tu dedo el único que lo haga
y así
deje de colgar esta araña.

Beber de tu fuente
Buscar en tus ramas
leer tus papeles
que dicen algo
pero nada.

jueves, 10 de noviembre de 2016

queda un hueco entre un abrazo y unas ojeras

Que ese tipo de abrazo
que es tan caliente
tan cómodo
no cree esos vacíos por dentro que me crean ojeras.

Ojeras de verdad
de las que te aparecen cuando te habla el sueño
y no quieres dormir
porque está ahí
enfrente
que casi te va a comer.

Los pasos que estoy dando son más grandes que yo
y tú no estás en ellos
me he encontrado entre miradas
y ha surgido, en mí
un tú eterno