Si pudiera ponerle nombre al cambio que he sufrido en un antes y en un después, sería el tuyo.
Porque me has ayudado, tú eres quien me ha echado hacia delante.
Y una vez empezada la marcha no soy capaz de parar. Es una cuesta abajo
pero hacia arriba.
Yo sólo quiero subir, y subir contigo
y si hay que bajar, que sea para poder pisar la arena de la playa, contigo.
Y no, no necesito nada más. Qué más puedo pedir.
Miento, hay algo que sigo pidiendo : que no, que no te alejes.
Que no nos alejemos.
Tú estate cerca mía para que cuando algo te duela, te cure con saliva.
Soy feliz. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario