domingo, 20 de septiembre de 2015

Estoy aquí, lo siento.

Cada día es más, la bola se hace más grande. Nunca me imaginé que ésto fuera así. Me falta algo para volver a sentirme completo.

Me arrancaron algo que tengo presente en cada momento de mis días
No puede desaparecer.
Cada momento bajo presión
y un calor que me sube cuando oigo algo
que tonto ilusionado creo que eres tú
y vuelve de nuevo a ser algo que no busco.

Así estoy.

¿Y tú?

sábado, 18 de julio de 2015

Duérmete. Despiértate.

Y a ver que pasa.
Te quiero por encima de todo
pero eres tan todo que
en algún momento
te hartarás.

Y nunca soy yo
ni tú eres nunca.

-Somos sólo una mezcla desequilibrada que cuando encuentra una cama se equilibra.-

Y tú no quieres verlos
y te lo intento hacerlos ver; yo.

-Que serás la única que pueda llegar a ver el infinito, pero lo verás si abres los ojos; tú.-

Yo te doy.

Tú me das.

Pero lo que no puede ser es que
las ganas de saber
las ganas de estar
las ganas de escuchar

se me quiten porque.
¿Por qué?
Por no recibir lo único que te pido al día.
Yo me siento feliz, pero siento <y espero equivocarme>
que tú.

Aún así, te querré por encima de todo.

viernes, 16 de enero de 2015

Hay mucho que decir, que aunque sobre un cuarto de la mitad, te las quiero decir día a día (sin faltar alguno).

  Seré breve esta vez, creo que no necesito usar páginas y páginas para ésto, ya que lo que realmente siento se lleva por dentro y no por un blog.
  Quiero que sepas, que aunque sea lo más tontogilipollasubnormalblablabla, éste que está aquí te quiere y te aprecia más que a nadie, sólo mira lo que tardo en encontrarte, y cuando no te encuentro porque no estás me pongo tontogilipollasubnormalblablabla. Y está feo que me ponga así. Pero tú bien sabes que llevo un chiquillo muymuy pequeñito dentro de mí, que lo único que quiere saber en el cabo del día es cómo conseguir en un único sólo momento hacerte sentir como la que lo tiene todo, la que nada le falta. Porque te quiero, sí, a ti, a aquella persona que me ha hecho cambiar en menos de un cuarto de la mitad de lo que llevo de vida, la que hace levantarme todos los días con la esperanza de que, en algún momento del día, por muy nublado que esté, salgo el Sol. 

Sí, ese Sol eres tú.